- Fortalecimiento de la pared abdominal, lo que favorecerá a la expulsión en el trabajo de parto.
- Prevención de la separación anormal de los músculos de pared abdominal.
- Disminución de la curva lumbar causada por el aumento de tamaño y peso del abdomen
- Disminución de la tensión generada en los músculos, a través de la relajación y estiramientos.
- Fortalecimiento de la musculatura de las piernas, estimulando la circulación sanguínea.
- Fortalecimiento de la musculatura de los brazos para adaptar la postura al aumento de peso y volumen del pecho.
- Mejoría del sueño y de la concentración
- Mejoría del mecanismo respiratorio debido a una mejor oxigenación de los tejidos y del bebé.
- Prevención de la separación anormal de los músculos de pared abdominal.
- Disminución de la curva lumbar causada por el aumento de tamaño y peso del abdomen
- Disminución de la tensión generada en los músculos, a través de la relajación y estiramientos.
- Fortalecimiento de la musculatura de las piernas, estimulando la circulación sanguínea.
- Fortalecimiento de la musculatura de los brazos para adaptar la postura al aumento de peso y volumen del pecho.
- Mejoría del sueño y de la concentración
- Mejoría del mecanismo respiratorio debido a una mejor oxigenación de los tejidos y del bebé.
Durante el parto:
- Beneficios durante el parto. Partos de menor duración, menos cesáreas.
- Concienciación corporal de las posturas durante el parto.
- Aumento de la resistencia, de la relajación.
- Beneficios durante el parto. Partos de menor duración, menos cesáreas.
- Concienciación corporal de las posturas durante el parto.
- Aumento de la resistencia, de la relajación.
Después del parto:
- Rápida recuperación del posparto, fortaleciendo la zona abdominal.
- Reducción de los síntomas de incontinencia, mejoría de la circulación y estreñimiento.
- Rápida recuperación del posparto, fortaleciendo la zona abdominal.
- Reducción de los síntomas de incontinencia, mejoría de la circulación y estreñimiento.
¿Cuándo practicar Pilates en el embarazo?
Se recomienda empezar a practicar el Método cuando las molestias de los primeros meses de embarazo comiencen a desaparecer, normalmente a partir del segundo trimestre, y siempre con la autorización médica. Si se realizan los ejercicios físicos, al menos en los últimos meses del embarazo, probablemente la mujer embarazada no tendrá riesgos de padecer hipertensión, lumbagos, infecciones urinarias, edemas, varices, etc. La práctica del Método Pilates está absolutamente contraindicada en algunas circunstancias como: hipertensión o enfermedad cardíaca, rotura prematura de membranas, trabajo de parto prematuro, incompetencia del cuello uterino o abortos habituales, sangrado, placenta previa, diabetes materna, enfermedad pulmonar. En los casos de hipo o hipertiroidismo, hipertermia, anemias, fatiga extrema, contracciones uterinas o de obesidad excesiva, es recomendable la practica del Método, desde cuando esté previamente autorizada por el médico.
Fuentes consultadas:
- metodopilates.net
- pilateswellnessandenergy.com
- metodopilates.net
- pilateswellnessandenergy.com
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